En este sitio maravilloso, situado entre El Rellano y Las Casicas, y acompañados de nuestro amigo Jesús Motos, y de una pareja muy agradable de Madrid, iniciamos la vía ferrata.
Antes de llegar a la base de la pared, preparamos el material, casco,arnés...todo bajo la atenta mirada de Jesús, guía de la ascensión.
Tras una caminata de veinte minutos, llegamos al inicio de la vía ferrata. Lo primero que pensamos fue, ¿qué hacemos aquí?; pero era más fuerte las ganas de vivir la experiencia, que las dudas que aparecen cuando haces algo por primera vez.
La subida fantástica. Esfuerzo, tensión, arrojo, compañerismo, disfrute, dificultad, sonrisas...Todo ello acompañados de una gente estupenda y de un guía de primera, que nos ayudó en todo momento y nos dió mucha seguridad.
Subimos dos paredes, la primera más sencilla, un recorrido lateral de la pared. Y la segunda, ¡tremenda pared vertical!
Y como todo lo que conlleva un esfuerzo debe tener su recompensa...ahí nos fuimos los cuatro escaladores acompañados del fotográfo de la excursión, Joaquín, a comer a la Hospedería de la Garapacha. Menú: unos gazpachos manchegos, ensalada y postre de la abuela. Todo ello a muy buen precio y en buena compañia.
Gracias a Jesús por permitirnos vivir una experiencia tan fantástica, que pensamos volver a repetir con todos aquellos amigos y amigas que se animen.
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